Todo empredendor y hombre de negocios sabemos que la pérdida de clientes es una realidad inevitable. A veces ocurre por factores externos como la economía, cambios en el mercado o decisiones internas del cliente. En otras ocasiones, es consecuencia de errores propios o áreas de mejora que debemos identificar. Pero una cosa es segura: perder clientes no significa que tu negocio esté fracasando, significa que está evolucionando.
En nuestro caso, un gran cliente de QUIZA company, le habíamos desarrollado varios sistemas para RH, Calidad y Produccion y ahora cierra sus puertas esta gran compañía enfocada al ramo aero espacial y automotriz y todo por el entorno global, bajaron sus ventas, problemas con la frontera entre otros puntos.
Pero, como proveedor te aconsejo hacer un autoanálisis.
¿Cómo te levantas? ¿Cómo aprendes? ¿Qué ajustes haces para convertir esa experiencia en un punto de impulso y no de caída?
Es normal sentir frustración o preocupación financiera. Sin embargo, las decisiones apresuradas pueden empeorar el escenario. Respira, analiza y toma decisiones con enfoque empresarial:
- Evalúa el impacto económico real
- Prioriza gastos y ajusta temporalmente tu operación
- Mantén una comunicación profesional con el cliente hasta el final
Tu estabilidad emocional es parte de tu estrategia.
Ahora bien, Reenfoca tu energía en vender de nuevo ya que la salida de un cliente deja espacio libre para uno nuevo: con mayor capacidad, mejores pagos y visión a largo plazo. Ajusta tu mensaje de ventas a lo que realmente ofreces:
- Confianza operativa
- Continuidad
- Experiencia real en tu sector
Recuerda que la quiebra de un cliente puede ser un golpe duro, pero también es un recordatorio de que el negocio debe evolucionar. Los empresarios resilientes no dependen de un solo punto de ingreso: se adaptan, se diversifican y buscan mejores oportunidades.
Cada cierre abre una puerta. Y con mentalidad firme, organización y estrategia comercial, el siguiente cliente será más sólido, más rentable y más alineado con tu crecimiento.
Tu empresa no se mide por las pérdidas que enfrenta, sino por su capacidad de seguir avanzando y mucho ánimo!
mis mejores deseos, Dr. David Quiza
